Aquí te dejo algunas ideas para aprovecharlo:
1. Salsas y aderezos: El polvo de cebolla es ideal para darle sabor a salsas, vinagretas o aderezos para ensaladas, especialmente para acompañar carnes, pescados o ensaladas frescas.
2. Sopas y caldos: Puedes agregarlo a sopas, cremas o caldos para realzar el sabor sin tener que cortar cebolla fresca. Funciona muy bien en caldos de pollo, vegetales o incluso sopas frías como el gazpacho.
3. Condimentos para carnes y pescados: Mezcla el polvo de cebolla con otras especias para sazonar carnes, pescados, pollo o mariscos antes de cocinarlos. Es especialmente bueno en adobos o marinados.
4. Papas y vegetales asados: Espolvorea el polvo de cebolla sobre papas o vegetales antes de hornearlos o asarlos. Le dará un toque sabroso y aromático sin la necesidad de freír cebolla.
5. Galletas o crackers salados: El polvo de cebolla puede ser un ingrediente delicioso para hacer galletas saladas, crackers o incluso panecillos con un toque de sabor extra.
6. Pasta y arroces: Agrégalo a tus recetas de pasta, arroz o risotto para darles un sabor profundo y aromático, perfecto para acompañar platos con salsas ricas o como base para otros ingredientes.
7. Snacks y dips: Incorpóralo en salsas para dips o untables, como guacamole, hummus o dips cremosos, para un toque extra de sabor sin tener que usar cebolla fresca.
8. Cocinados y guisos: Añade el polvo de cebolla a tus guisos, cazuelas o guisos de carne, para darle un toque de sabor y aroma en la base del plato.
9. Sazonadores: Mezcla el polvo de cebolla con otras especias (como ajo en polvo, pimentón, sal y pimienta) para crear un sazonador casero para ensaladas, papas fritas o incluso palomitas de maíz.