La miel de mora tiene un sabor suave y afrutado, lo que la hace ideal para una variedad de usos culinarios:
Dulcificar bebidas: Puedes usar miel de mora para endulzar infusiones, té, jugos naturales o batidos. Su sabor afrutado añade un toque diferente al de las mieles tradicionales.
Salsas y aderezos: Es perfecta para preparar salsas o aderezos para ensaladas. Combínala con mostaza, vinagre balsámico, aceite de oliva y especias para crear una vinagreta única.
Postres: La miel de mora es ideal para endulzar postres como yogur, helados, pasteles o galletas. Puedes mezclarla en la masa de los pasteles o usarla como cobertura para los postres.
Acompañamientos para quesos: Puedes servir miel de mora como acompañante de quesos curados o de sabor fuerte (como queso azul, brie o manchego), ya que la dulzura de la miel contrasta muy bien con estos sabores intensos.
Glaseado para carnes: En platos salados, la miel de mora puede ser un excelente glaseado para carnes a la parrilla o al horno, como pollo, cerdo o cordero. Puedes mezclarla con especias y hierbas para crear una capa caramelizada en la carne.
Tostadas o panqueques: Es ideal para untar en panecillos, tostadas, panqueques o waffles, brindando un toque afrutado y dulce.