Algunas ideas de cómo aprovecharla son:
· Té caliente o frío: La mezcla de miel y limón es excelente para endulzar y dar sabor a té.
Cócteles: La miel y el limón pueden ser la base de muchos cócteles refrescantes. Puedes hacer una "margarita de miel y limón", un "mojito" o incluso un cóctel simple de ron con miel y limón.
· Salsas y glaseados: La miel con limón puede servir como base para un glaseado o salsa para pasteles, galletas o tartas. El glaseado de miel y limón es fácil de preparar y aporta un toque brillante y sabroso a tus postres.
· Yogur y avena: Añadir miel con limón a tu yogur o avena matutina es una forma deliciosa de darle un toque especial y refrescante. Aporta un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
· Frutas maceradas: vierte sobre frutas frescas como fresas, melón o piña para darle un toque extra de sabor. También puedes usarlas como aderezo para ensaladas de frutas.
· Marinadas y aderezos: La miel con limón es una excelente base para marinadas o aderezos para ensaladas. Puedes combinarla con aceite de oliva, mostaza, hierbas frescas o especias para hacer un aderezo para ensaladas frescas o una marinada para pollo, cerdo o pescado. La acidez del limón ayuda a ablandar la carne, mientras que la miel añade dulzura.
· Glaseado para carnes: Úsala para glasear carnes asadas, como pollo o cerdo. La miel carameliza durante la cocción, creando una capa brillante y sabrosa, mientras que el limón aporta un contraste refrescante.
· Tostas o bruschettas: Cubre unas rebanadas de pan tostado con una capa de miel con limón. Esta mezcla va perfecta con queso de cabra, queso azul o incluso queso crema, creando una combinación deliciosa y equilibrada entre dulce y salado.